Cuando no ha estado conectada a Internet para enseñar a leer y escribir a su clase de tercer grado, Jennifer Martin ha estado trabajando como bibliotecaria local, ofreciendo unos 2,000 libros a los niños y adolescentes del vecindario, todos en el garage de su casa en el este del condado de AGÕæÈ˰ټÒÀÖ.
Martin ha estado cultivando una colección de libros para su clase en la Escuela Primaria Gilbert durante los últimos tres años. Pero ese acceso se cortó esta primavera cuando la pandemia obligó a cerrar las escuelas, aunque muchos educadores continúan enseñando prácticamente este otoño. El Distrito Escolar Independiente (ISD, en inglés) de Del Valle, que incluye a Gilbert, ha optado por un aprendizaje a distancia al 100% durante las primeras ocho semanas de clases.

Con la biblioteca más cercana a kilómetros de distancia, Martin estaba preocupada de que los estudiantes se retrasaran en la lectura, asà que decidió abrir la suya.
"Cuando los estudiantes tienen libros en sus manos, y tienen varias opciones de diferentes tipos de literatura para leer, diferentes géneros, entonces tienen más posibilidades de conectarse con ese libro, con darse cuenta que 'wow, leer es divertido'", dijo. "Cuanta más opciones tengas y más fácil sea el acceso, más se notará la diferencia".
Su idea se difundió a través de amigos y en Internet, y pronto, exalumnos y gente que nunca habÃa conocido comenzaron a donar libros, llevando su colección original de 1,500 ejemplares a 2,000. Un padre de un exalumno se ofreció a construir estanterÃas para el garaje. La biblioteca, dirigida a los niños desde preescolar a 12º grado, se inauguró oficialmente el sábado, con todos los protocolos de pandemia. Los visitantes deben usar mascarillas o cubrebocas, y sólo se permite la entrada de cinco a la vez.
"Es básicamente un sistema de confianza", dijo Martin. "Sacas dos libros, y cuando terminas, vuelves y sacas dos más�.
Aumentar el acceso
Del Valle, una zona del este del condado de AGÕæÈ˰ټÒÀÖ que se encuentra fuera de los lÃmites de la ciudad de Austin, carece de muchos de los recursos disponibles de la ciudad, como las bibliotecas cercanas, los principales supermercados y los centros de atención médica. Alrededor del 88% de los 11,000 estudiantes del distrito escolar local están en desventaja económica. El distrito a menudo se esfuerza por satisfacer las necesidades de los residentes proporcionando comidas y ofreciendo programas extracurriculares gratuitos, ya que no hay muchos centros recreativos locales ni opciones de guarderÃa.
"Nuestro concejo escolar cree que para que nuestros niños tengan éxito, tenemos que cuidar de todo el niño, y si eso significa que tenemos que hacer llamadas adicionales o estar involucrados en algunas cosas extra. Eso es lo que significa", dijo Rebecca Birch, presidenta del concejo escolar. "Necesitan tener acceso a la atención médica y a la comida, asà que hemos estado en la primera lÃnea de batalla luchando para asegurarnos de que podemos hacer lo mejor posible".
"Parte de nuestro distrito es lo que se considerarÃa muy rural, y no tiene buena conectividad"
Cuando la pandemia golpeó, las cosas no fueron diferentes. El distrito rápidamente llevó los servicios de comida a las aceras, entregando cientos de miles de comidas a estudiantes durante la primavera y el verano. La tecnologÃa era otra área de preocupación; no todos tenÃan acceso a computadoras o Wi-Fi para conectarse con los maestros.
"Mucho de ello no era sólo una cuestión económica", dijo Birch. "Parte de ello era un problema de ubicación. Parte de nuestro distrito es lo que se considerarÃa muy rural, y no tiene buena conectividad allÃ, por lo que los puntos de acceso eran muy importantesâ€�.
En una encuesta realizada durante el verano, el 25% de las familias dijeron que no tenÃan internet de alta velocidad confiable. Asà que el objetivo del distrito para el otoño era tener tecnologÃa y puntos de acceso Wi-Fi disponibles para que todos los estudiantes pudieran conectarse.
Ana Rush, directora ejecutiva del ISD de Del Valle, dijo que el distrito ha estado distribuyendo hotspots a aquellos que los necesitan, incluyendo múltiples a familias que tienen varios estudiantes y necesitan más ancho de banda. Con la ayuda de los fondos aprobados en noviembre pasado, dijo, el distrito también ha sido capaz de conseguir dispositivos para todos los estudiantes. Los alumnos de segundo a doceavo grado reciben Chromebooks, mientras que a los más jóvenes les entregan iPads.
"TodavÃa estamos entregando Chromebooks y cosas asÃ, pero casi el 100% de los estudiantes han recibido un dispositivo", dijo.
Rush dijo que más del 94% de los estudiantes asistieron a la primera semana de clases, que comenzó el 17 de agosto.
Para los que aún no tienen un punto de acceso, el distrito instalóque ofrecen WI-FI en todo Del Valle, en estacionamientos de supermercados o en complejos de apartamentos. Las familias pueden dejar sus autos a menos de 150 pies de un autobús para conectarse.
Volviendo al campus
La adaptación al aprendizaje en lÃnea ha sido un desafÃo, dijo Martin. Como maestra desde hace 22 años, dijo que extraña estar en el aula pero que se siente más segura enseñando desde su casa en este momento. Está inmunocomprometida y vive con su padre de 74 años.
"Realmente no puedo volver", dijo. "No puedo volver a ese edificio. En mi opinión, no es seguro".
La Agencia de ·¡»å³Ü³¦²¹³¦¾±Ã³²Ô de Texas (TEA, en inglés) ha permitido a los distritos escolares ofrecer educación a distancia durante las primeras ocho semanas. Después de eso, tienen que ofrecer aprendizaje presencial para aquellos que lo deseen. Del Valle está trabajando en planes para empezar a ofrecer algo de aprendizaje en persona el 13 de octubre.
Durante con los padres la semana pasada, la superintendente Annette Tielle compartió algunas posibilidades de cómo podrÃa ser eso. Por ejemplo, dijo que los maestros podrÃan enseñar a los estudiantes en el aula mientras transmiten en vivo la lección para los estudiantes que opten por seguir aprendiendo desde casa. Las escuelas revisarÃan a los estudiantes y al personal para asegurarse de que no tienen fiebre antes de entrar al edificio, y los horarios de las campanadas se alternarÃan para que los estudiantes no estén todos en los pasillos al mismo tiempo. Se requerirán mascarillas, y los escritorios estarán separados a 6 pies de distancia.

El distrito que notifiquen a la administración si quieren enviar a los estudiantes a clases presenciales a finales de este año para que sepan qué planear. En la última encuesta, sólo el 25% de los padres dijeron que elegirÃan enviar a su hijo a la escuela.
"Estamos buscando comprar cámaras para los maestros [para que puedan transmitir en vivo]", dijo Rush, "y sólo mirando las opciones que podemos ofrecer a las familias que no están listas para enviar a los estudiantes de vuelta a la escuela".
Según explicó, los planes para el regreso a las clases presenciales están sujetos a cambios, basados en las recomendaciones de los funcionarios de salud y cualquier afluencia en los casos de COVID-19.
Aunque Martin no sabe qué pasará el resto del semestre, planea mantener su biblioteca abierta todo el tiempo que sea necesario. De lunes a viernes por la tarde y los sábados por la mañana, estará en su garage -con la mascarilla puesta- desinfectando los libros recién devueltos y ayudando a los lectores a encontrar historias que les emocionen. Dijo que ya ha visto a estudiantes llevar su entusiasmo por la lectura al aula virtual.
"Los niños fueron a clase el lunes, y algunos profesores me dijeron que estaban muy emocionados por mostrar los libros que habÃan recibido en la biblioteca", dijo Martin. "Las conexiones se construyen cuando hablas y compartes sobre literatura".
Los interesados en visitar la biblioteca pueden enviar un correo electrónico a [email protected] para obtener más información.
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