Gustavo Martínez se sintió aislado cuando él y su familia se mudaron a Austin desde Venezuela en 2016. No tenía una comunidad en la cual apoyarse. No tenía a nadie que le enseñara a hacer cosas básicas como declarar impuestos, descifrar el sistema de salud o encontrar clases de inglés.
Nueve años después, Martínez ha logrado no solo crear una comunidad para sí mismo, sino también ayudar a otros habitantes de Austin de habla hispana a navegar el sistema en Estados Unidos. Creó una comunidad en Instagram llamada , que ahora tiene más de 80 mil seguidores.

“Quien emigra siente la ausencia de comunidad al llegar�, dijo Martínez. Creo que es una condición, digamos, natural del proceso como inmigrante�.
KUT y otras nueve emisoras de radio públicas se reunieron para escuchar qué piensan distintos grupos sobre la comunidad, esto se realizó para una serie de NPR llamada “� (Buscando puntos en común, en español). Martínez formó parte de un grupo compuesto por habitantes de Austin de habla hispana.
Martínez había trabajado duro en Venezuela para conseguir la vida que quería. Era propietario del departamento donde vivía con su esposa y sus dos hijos. Tenía un buen trabajo como director nacional de marketing para una empresa internacional. Los fines de semana, su casa era el lugar de encuentro para amigos y familiares. Iba a museos y llevaba a sus hijos a la biblioteca.
Pero una crisis económica golpeó al país en 2014. Era casi imposible encontrar recursos básicos como leche, huevos o harina, aunque se tuviera dinero para pagarlos. Una tarde, mientras hacía fila durante horas para conseguir papel de baño, se dio cuenta de que necesitaba encontrar una salida para su familia.
La persecución política también había dificultado su permanencia en Venezuela.
En 2016, la familia Martínez Rivers se mudó a Austin y solicitó asilo, un proceso que puede tardar hasta 10 años y dificulta salir de Estados Unidos. Lo peor de emigrar, dijo, es que “no puedes abrazar a tus seres queridos�. No ha visto a su hermano desde que se mudó a Estados Unidos.
Como venezolanos, Martínez y su familia tienen estatus de protección temporal, un programa que la administración . No saben si podrán permanecer legalmente en el país, pero Austin ya es su hogar.
Martínez dijo que, durante los primeros años, no fue fácil crear una comunidad. Ese sentimiento fue compartido por otros habitantes hispanohablantes de Austin durante la conversación que organizó KUT.
“Es muy complejo poder hacer comunidad cuando somos inmigrantes, además de la barrera del idioma� creo que es más una barrera de sentimiento�, dijo Alma Cortés, quien creció en México en el mismo barrio donde nacieron sus bisabuelos. “Cinco generaciones y todos nos conocemos, entonces ese es el concepto de comunidad que tengo�.
Martínez y los demás participantes dijeron que empezar de nuevo no fue fácil. Intentó trabajar en la construcción, pero enseguida se dio cuenta de que era un trabajo duro. Los años siguientes trabajó para una empresa de cable, subiendo de puesto poco a poco hasta convertirse en gerente. Pero seguía extrañando su trabajo anterior y sobre todo a su comunidad.
Trás la llegada del COVID, dejó su trabajo y empezó a crear contenido en Internet.
“Yo dije, aquí hay un nicho�, afirma Martínez. “Porque en ese momento, a pesar de que existían y siguen existiendo medios de comunicación muy grande, en redes sociales no había tanta información, noticias, ayuda comunitaria, información sobre eventos comunitarios.�
Junto a otros participantes en el grupo de escucha de KUT señaló que vivir en una ciudad donde la mayoría de las personas no hablan tu lengua materna puede ser solitario. Aunque hables el otro idioma, las conversaciones simplemente no tienen la misma profundidad.

Martínez quería cerrar la brecha lingüística. Su objetivo era difundir información que ayudara a los habitantes hispanohablantes de Austin en su vida cotidiana.
Más que nada, dice Martínez, HispanosATX es un centro comunitario donde la gente comparte recursos. Allí, los habitantes de Austin que hablan español pueden obtener asesorías de migración e información sobre cómo acceder a las bibliotecas públicas o qué hacer después de un accidente automovilístico; información que Martínez desearía haber sabido cuando llegó a Estados Unidos.
“La respuesta ha sido fantástica. ... Me ha permitido ayudar a mucha gente�, afirma. “Eso es lo que más me gusta, poder escuchar que alguien te diga: 'Gracias porque gracias a la información que vi pude encontrar una clase de inglés gratuita, o 'pude encontrar una ayuda para mi hijo que es autista�, o 'pude encontrar un seguro de salud económico'�.
Dice que eso le emociona y le hace seguir adelante.
Martínez dice que los residentes hispanohablantes de Austin están ávidos de información exhaustiva y fiable. Hace poco, creó una página y está por empezar un podcast nuevo.
“Parte de nuestra misión es hacerle entender a nosotros mismos los hispanos que sí somos importantes en este país, que sí aportamos en este país�, dijo.