¿Está el demócrata Beto O'Rourke en un " con el actual gobernador Greg Abbott? ¿O se enfrenta a un de dos dÃgitos a menos de dos semanas del dÃa de las elecciones? ¿Se dirige el actual Fiscal General Ken Paxton hacia un tercer mandato, o está la aspirante Rochelle Garza a una distancia llamativa?
Los votantes de Texas que busquen respuestas en más de una encuesta no lo tendrán fácil: una avalancha de estudios a finales de la temporada cuentan historias diferentes sobre lo que los Tejanos pueden esperar el dÃa de las elecciones, el 8 de Noviembre.
Sólo en la elección para gobernador, tres encuestas realizadas con una semana de distancia mostraron diferencias considerables.
Una realizada por el Proyecto de PolÃtica de Texas en la Universidad de Texas en Austin, publicada el 21 de Octubre, mostró a Abbott por encima de los posibles votantes por 11 puntos porcentuales, 54% frente a 43% de O'Rourke. Eso es un aumento de 6 puntos porcentuales desde una encuesta que el mismo grupo realizó a principios de Septiembre. Pero una de Beacon Research publicada el domingo mostró a O'Rourke a dos puntos porcentuales de Abbott, ya que el titular obtuvo el 48% de apoyo en comparación con el 46% de O'Rourke. Sólo dos dÃas después, una de Spectrum News/Siena College mostraba a Abbott con una ventaja del 52% al 43% sobre O'Rourke.
Entonces, ¿por qué vemos cifras tan diferentes? Joshua D. Clinton, profesor de ciencias polÃticas en la Universidad de Vanderbilt que ha estudiado las encuestas y las tendencias polÃticas durante más de dos décadas, dijo que las encuestas son un "arte y una ciencia," pero que últimamente se inclina más por el arte.
"[Los encuestadores] hacen suposiciones sobre quién va a votar y cómo será el electorado," dijo a The Texas Newsroom. "Si piensas que hay tal porcentaje de Republicanos y tal de Demócratas que van a votar, o los que tienen un tÃtulo universitario, o un tÃtulo de postgrado, o menos de [educación] de preparatoria o por raza, por edad. Asà que, como encuestador, tienes que hacer que tus datos se ajusten a un electorado sobre el que estás haciendo suposiciones, que pueden ser exactas o no."
Según dijo, eso significa que los resultados varÃan dependiendo de a quién se contacta y quién responde, además de las suposiciones que hacen los encuestadores.
"Cuando se ven encuestas con estimaciones muy diferentes, no se trata necesariamente de los datos," explicó Clinton. "Pero eso puede mostrar que hay distintos encuestadores o que asumen cosas diferentes sobre quién va a votar o no."
Por ejemplo, el sondeo de la Universidad de Texas que mostraba a Abbott con una ventaja de 11 puntos porcentuales: el tamaño de la muestra fue de 1,200 votantes registrados autodeclarados, pero se redujo a unos 880 votantes probables, que los encuestadores definieron como "encuestados que indicaron que han votado en todas las elecciones de los últimos 2-3 años; o aquellos encuestados que calificaron su probabilidad de votar en las elecciones de Noviembre en una escala de 10 puntos como un 9 o un 10." En el sondeo de Beacon que mostraba una elección más ajustada, el tamaño de la muestra fue de unos 1,125 ciudadanos estadounidenses que "definitivamente planean" votar. Pero esa encuesta también señaló que los márgenes cambian cuando los encuestadores se centran en unas 950 personas que están "extremadamente motivadas" por votar. Entre ese grupo, la ventaja de Abbott es de sólo un punto porcentual, con un 48% frente a un 47%.
Clinton dijo que, históricamente, no ha habido una gran diferencia entre la precisión de las encuestas de los posibles votantes y las de los votantes registrados. Pero la diferencia en la forma de identificarse supone un reto para los encuestadores.
"La cuestión general es que el escrutinio de los votantes probables requiere, como encuestador, tomar decisiones sobre quiénes van a contar y quiénes no van a contar de un modo que no es necesario para las encuestas de los votantes registrados," dijo, y añadió que algunos de los llamados posibles votantes podrÃan no acabar votando aunque digan lo contrario.
"Si estoy haciendo una encuesta y me haces esa pregunta, [nadie] quiere decir: 'Soy un mal americano. No voy a votar.' Asà que todo el mundo dice que va a votar," el dijo.
Un reto adicional es que cada vez es más difÃcil convencer a los votantes de que acudan a votar, según un del Pew Research Center sobre encuestas realizado en el 2021.
"Esto es sobre todo una consecuencia de los cambios en el estilo de vida � la gente parece tener vidas más ocupadas � junto con una creciente cautela a la hora de cooperar con las solicitudes de información de una persona u organización con la que no están familiarizados," dijo Scott Keeter, asesor principal de encuestas en el Pew Research Center.
Y cuando los encuestadores hallan personas deseosas de responder a una encuesta, no representan necesariamente una muestra más amplia de votantes.
"Las personas con niveles de educación más altos tienden a estar más dispuestas a participar en las encuestas, lo que da lugar a muestras que representan en exceso a quienes tienen tÃtulos universitarios," dijo Keeter. "Lo mismo ocurre con las personas con mayores ingresos. Tal vez no sea sorprendente que las personas comprometidas con la polÃtica y los asuntos públicos también estén más dispuestas a participar en encuestas que traten estos temas.â€�
Entonces, a final de cuentas, ¿son importantes las encuestas? Clinton dijo que cree que las encuestas actuales son, en su mayor parte, predictores precisos de lo que ocurrirá el próximo mes. Pero dijo que lo que podrÃa hacer oscilar cualquier elección es la participación, que es el factor más importante.
"Incluso en la mayor participación en las elecciones presidenciales ... en 2020, la participación fue sólo como del 65%. Cerca del 35% de la gente no votó. Y si se piensa en el margen de victoria que se estaba produciendo, más gente [votando] podrÃa cambiar masivamente. Asà que, si la gente decidiera votar y participar, entonces podrÃa dar un vuelco a lo que se conoce y cambiar mucho de lo que vemos en el tipo de polÃtica," el dijo.
Para ello, Clinton dijo que las encuestas no deberÃan determinar si una persona decide votar.
"Lo único que realmente importa es quién acude a votar el dÃa de las elecciones. Asà que si dejas que una encuesta, básicamente, determine si vas a votar o participar, entonces creo que te estás haciendo un mal servicio el uno al otro," el dijo. "Es interesante hablar de las encuestas y te dan una idea de lo que pasa en el mundo. Pero nunca hay que dejar que determinen tu propia decisión de votar o no."
Traducido por Maria Arce