Durante casi un año, los adolescentes de Texas se han quedado fuera de un programa federal que permite a los menores acceder a la anticoncepción sin el consentimiento parental.
El lunes, el Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito de EE.UU. indicó que podrÃa mantener la decisión judicial que paralizó el programa. El panel de tres jueces no se pronunció desde el banquillo, pero pareció apoyar el caso del abogado conservador Jonathan Mitchell, y uno de los jueces calificó el programa anticonceptivo de "destrucción" de los derechos de los padres.
Mitchell, exprocurador general de Texas, presentó el caso en nombre de Alexander Deanda, un padre de la zona de Amarillo que crÃa a sus hijas "de acuerdo con las enseñanzas cristianas en materia de sexualidad".
El principal argumento del Departamento de Justicia de EE.UU. es que Deanda no tiene derecho legal a presentar esta demanda porque no puede demostrar que sus hijas hayan visitado nunca una de las clÃnicas, y mucho menos que les hayan recetado anticonceptivos sin su consentimiento.
Menos de 30 segundos después de que el Departamento de Justicia comenzara a argumentar el lunes, la juez Catharina Haynes interrumpió.
"Si tu hijo sabe que no quieres que tenga relaciones sexuales a los 15 años, desde luego no te va a decir que quiere ir a buscar un medicamento para no quedar embarazada", dijo Haynes. "Entonces, ¿cómo demonios va a saberlo [Deanda]?".
Los tribunales de apelación han dictaminado en repetidas ocasiones que los menores tienen derecho a la anticoncepción confidencial bajo el programa TÃtulo X, lo que Mitchell reconoció el lunes. Pero pidió a los jueces -dos nombrados por el presidente George W. Bush y uno nombrado por el presidente Donald Trump- que rechacen ese precedente y, en cambio, consideren que el código de consentimiento parental de Texas debe dictar cómo funciona este programa federal en el estado.
"Texas ha sido el lugar de nacimiento de muchas malas polÃticas de salud sexual y reproductiva que otros estados han replicado", dijo Stephanie LeBleu, directora de programas de Every Body Texas, una organización sin fines de lucro que administra la subvención del TÃtulo X en Texas. "Si el 5º Circuito confirma esta sentencia, se plantea una cuestión mayor sobre lo que esto significa para el acceso a los anticonceptivos. Punto final, y no sólo en Texas".
El TÃtulo X, atacado desde hace tiempo
En 1969, el presidente Richard Nixon, republicano, declaró que "a ninguna mujer estadounidense se le deberÃa negar el acceso a la ayuda para la planificación familiar debido a su condición económica". Al año siguiente, promulgó el TÃtulo X, creando un sistema nacional de clÃnicas dedicadas a proporcionar anticonceptivos a cualquiera que los necesitara, independientemente de su edad, ingresos o estatus migratorio.
En los últimos 50 años, los republicanos han intentado exigir a las clÃnicas del TÃtulo X que obtengan el consentimiento paternal antes de recetar anticonceptivos a adolescentes. Pero los tribunales federales de apelación han rechazado repetidamente esas pretensiones, señalando el mandato original del Congreso de que las clÃnicas sólo están obligadas a "fomentar la familia".
En Texas, esto hace que las clÃnicas del TÃtulo X sean únicas. En prácticamente todos los demás lugares, los adolescentes deben tener el consentimiento paternal para obtener anticonceptivos. Incluso una adolescente que ha tenido un bebé debe obtener el permiso de sus padres para empezar a tomar anticonceptivos. (Las adolescentes de Texas que reciben Medicaid no necesitan el permiso de sus padres, pero el programa no garantiza la confidencialidad como lo hace el TÃtulo X).
Las clÃnicas del TÃtulo X de Texas animan a las personas adolescentes a involucrar a sus padres en la toma de decisiones, dice LeBleu.
"Pero no todos los jóvenes tienen ese ... adulto de confianza o un padre o tutor legal al que puedan acudir y obtener el consentimiento para obtener los servicios que necesitan", dijo, señalando como ejemplo a jóvenes en situaciones de abuso o coerción. "Hay jóvenes que no tienen otro recurso que poder acceder a estos servicios de forma confidencial".
Texas cuenta con 156 clÃnicas del TÃtulo X, en su mayorÃa centradas en zonas urbanas. A nivel nacional, el programa lleva años sin recibir fondos suficientes, lo que dificulta la expansión de su alcance en Texas y en todo el paÃs.
"Si la financiación del TÃtulo X se hubiera mantenido al ritmo de la inflación, estarÃa financiado con casi el triple de dinero que ahora", dijo Robin Summers, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Planificación Familiar y Salud Reproductiva. "Estamos estancados con un Congreso que se niega a aumentar la financiación y, en cambio, intenta tratar el TÃtulo X como un balón de fútbol polÃtico".
El programa se ha enfrentado a importantes vientos polÃticos nacionales en contra. En 2019, la administración Trump descalificó cualquier clÃnica del TÃtulo X que realizara o proporcionara información sobre abortos. El número de clÃnicas se redujo de casi 4,000 a 2,700, según la , y el número de pacientes se redujo a la mitad entre 2019 y 2020.
La estima que las regulaciones de la era Trump provocaron más de 180,000 embarazos no deseados. La administración Biden levantó esas regulaciones en octubre de 2021 y el programa se está
Nuevo frente legal
Esta demanda de Texas, presentada originalmente en 2020, podrÃa socavar potencialmente un componente central del programa federal.
Deanda afirma que este programa lo perjudicó a él y a otros padres al subvertir su autoridad y "debilitar su capacidad para criar a sus hijos de acuerdo con las enseñanzas de la fe cristiana", decÃa la presentación original.
La demanda argumentaba que la orientación del programa de "fomentar la participación de la familia" en las decisiones de los menores sobre anticoncepción establecÃa un nivel mÃnimo de participación de los padres, y que las leyes estatales de Texas que exigen el consentimiento paternal deberÃan prevalecer.
Mitchell declinó hacer comentarios en su nombre y en el de Deanda.
Pero el les dio la razón en una sentencia de diciembre de 2022. Desde que Trump lo nombró juez federal único en Amarillo en 2019, Kacsmaryk se ha convertido en un juez popular para los abogados conservadores y el Estado de Texas. Antes de sentarse en el banquillo, Kacsmaryk trabajó para First Liberty, un bufete de abogados de libertad religiosa en Plano, donde litigó contra la anticoncepción y el acceso al aborto.
“Aunque otros tribunales han sostenido que el TÃtulo X ‘se oponeâ€� a los requisitos estatales de notificación y consentimiento de los padres, el Tribunal considera que esas autoridades no son convincentes", escribió Kacsmaryk. Dictaminó que las clÃnicas del TÃtulo X "deben fomentar (según la ley federal) la participación de la familia y obtener (según la ley de Texas) el consentimiento de los padres".
La abogada del Departamento de Justicia, Courtney Dixon, dijo al 5º Circuito que este fallo está en desacuerdo con el "enfoque particular" que el Congreso eligió al establecer el programa del TÃtulo X.
"El Congreso consideraba que los servicios para adolescentes eran tan importantes que modificó explÃcitamente el estatuto para especificar esos servicios en el programa", dijo, para añadir después: "El Congreso entendÃa que incluso ese objetivo de fomentar la participación de las familias bien podrÃa tener que ceder ante otras consideraciones contrapuestas".
En el panel de tres jueces estaba el juez Stuart Kyle Duncan, un conservador designado por Trump más conocido por argumentar el caso de la Corte Suprema que permitió a Hobby Lobby y otros empleadores religiosos no cubrir los anticonceptivos como parte de sus planes de seguro de salud.
Duncan equiparó el estatuto de patria potestad de Texas a una valla alrededor de la casa de una familia que "te ayuda a ser padre", dijo.
"El gobierno federal viene, en este caso, y dice: 'Bueno, hemos quitado la valla. Nos hemos adelantado. Se acabó la valla. Buena suerte. Quizá sus hijas les escuchen. Espero que lo hagan, pero quizá no�", dijo. "¿Cómo podemos decir que [Deanda] no se ha visto perjudicado por eso?".
´¡±è±ð±ô²¹³¦¾±Ã³²Ô
El 5º Circuito ha adoptado una visión amplia de la legitimación en casos recientes, incluido otro polémico caso de Kacsmaryk relacionado con , en el que un panel de jueces acordó que los médicos que se oponÃan al aborto tenÃan legitimación para impugnar la aprobación del medicamento.
"Nos encontramos claramente en un periodo en el que se está produciendo una expansión conservadora de la legitimación de diversas maneras, impulsada por los jueces", afirmó Liz Sepper, profesora de Derecho de la Universidad de Texas en Austin. "Sin embargo, esto podrÃa ser un puente demasiado lejano".
Sepper dijo que este fallo está en lÃnea con otros casos que abogados conservadores han llevado a Kacsmaryk sobre salud sexual y reproductiva.
"Parece totalmente orientado al resultado", dijo. "Creo que muestra de forma similar una voluntad de arrasar con muchos precedentes y muchos argumentos procesales".
Mientras este caso avanzaba en los tribunales, las clÃnicas del TÃtulo X en Texas empezaron a exigir el permiso paternal antes de proporcionar anticonceptivos a menores. Las personas adolescentes que ya recibÃan anticonceptivos a través de una clÃnica del TÃtulo X perdieron el acceso a menos que pudieran volver y obtener el permiso paternal, dijo LeBleu.
"Fue devastador", dijo LeBleu. "Hubo mucha confusión por parte de los proveedores sobre lo que todavÃa está disponible, qué documentación se requerÃa, qué nuevas polÃticas tenÃan que redactar, lo que resta energÃa y esfuerzo a la atención de los clientes".
No está claro cuándo se pronunciará el 5º Circuito sobre este caso. Si el tribunal de apelaciones anula la sentencia de Kacsmaryk, las clÃnicas del TÃtulo X en Texas están preparadas para "darle al interruptor" y reanudar la oferta de anticonceptivos confidenciales a adolescentes, dijo LeBleu.
Pero si se confirma, este caso será un "presagio de lo que está por venir", dijo Summers.
"Están siguiendo un libro de jugadas", dijo. "Una vez que un litigio tiene éxito en un lugar, empiezan a repetirlo por todo el paÃs".
Traducido por Maria Arce