Al principio, Michele Rountree tenÃa sus reservas sobre la vacuna contra el COVID-19.
Pero entre más investigaba, mejor se sentÃa sobre ella. Y cuando escuchó que African American Youth Harvest Foundation estaba organizando una clÃnica de inmunización para ir en persona, algo hizo click. Ella conocÃa la organización desde que se mudó a Austin, hace más de una década, asà que se convenció de que debÃa ir.
“Fue una extensión de respeto y confianza lo que me abrió e hizo que me motivara a ir,� dijo Rountree, una profesora de trabajo social en UT Austin.
Cuando fue a la clÃnica, su ansiedad se alivió aún más. Ella vio a gente que conocÃa. Organizadores proporcionaron botellas de agua a las personas que esperaban en la fila. La gente se le acercó preguntando si tenÃa preguntas o necesitaba ayuda para registrarse.
“Se sintió como un momento bello de conexión comunitaria,algo muy bueno,� dijo.
La clÃnica de vacunación fue posible parte gracias a una colaboración entre African American Youth Harvest Foundation, la cual proveyó recursos para servir a jóvenes y familias desatendidas, y Central Texas Allied Health Institute, una escuela de cuidado de salud diseñada para estudiantes de bajos ingresos.
Ellos recibieron las vacunas que sobraron del centro de vacunación desde el carro en el Circuito de las Américas y establecieron su propio centro en la sede de Harvest Foundation en Northeast Austin un sábado del mes pasado. Las vacunas fueron administradas conforme llegaba la gente sin necesidad de hacer cita.
Miembros de la comunidad han estado haciendo llamados por una distribución de vacunas más igualitaria desde que inició la campaña en enero. La mayorÃa de los proveedores estaban localizados en el lado oeste de la Interestatal 35, donde los residentes son más adinerados y hay una mayor proporción de gente blanca. Y aunque las cifras demográficas sobre las inmunizaciones no están completas, los apuntan a que residentes hispánicos y negros â€� cuyos grupos han sido de los más afectados por COVID-19 â€� están subrepresentados entre aquellos que han recibido la vacuna en el condado de AGÕæÈ˰ټÒÀÖ.
Organizaciones como Harvest Foundation y Allied Health Institute han estado cubriendo esos huecos.
“Necesitamos más centros de vacunación donde sea que hay gente negra y de color,â€� dijo Michael Lofton, fundador y director ejecutivo de Harvest Foundation. “Si sabes que esta comunidad tiene un Ãndice más alto [de COVID], entonces deberÃas de tener prácticamente uno en cada esquina o en cada iglesia y cada centro de salud o cada farmacia en esta comunidad.â€�
Eliminando Barreras
La ubicación de proveedores de vacunas es una barrera para el acceso de residentes en el este del condado de AGÕæÈ˰ټÒÀÖ. La tecnologÃa es otra, dijo Jereka Thomas-Hockaday, cofundadora de Central Texas Allied Health Institute. Muchos proveedores de vacunación requieren que la gente haga citas en lÃnea. Conseguir una cita suele significar que hay que inscribirse en múltiples listas de espera y refrescar los navegadores en lÃnea por horas y horas, esperando que se abra algún horario.
“Hay toneladas de personas que no tienen acceso a internet,â€� dijo Thomas-Hockaday. “Cualquier cosa fuera de lo que está en lÃnea casi no está siendo usada, y es por eso que encuentras a personas que no están registrándose para obtener la vacuna, porque es mucho lÃo y no entienden el proceso. No tienen acceso al proceso. Solo se dan por vencidos después de un rato.â€�
Para llegar a más gente, Thomas-Hockaday y su equipo usaron redes sociales y correo electrónico, pero también recurrieron a técnicas de la “vieja escuela,� como lo es poner panfletos en restaurantes y llamando a iglesias y centros comunitarios para diseminar la información de las oportunidades para recibir la vacuna.
Dado que la clÃnica no requiere que la gente se registre, las personas llegan y ya. Las primeras 600 personas que llegaron consiguieron su primera dosis y se les pidió que regresaran entre el 17 y el 24 de abril por una segunda dosis.

El mismo dÃa que abrió la clÃnica, Allied Health Institute transformó su sitio de pruebas de COVID-19 en Ana Lark Center en East Austin en una clÃnica de inmunización temporal. Esta distribución sà requirió que se hiciera cita, pero en vez de hacerlo por internet, uno podÃa llamar a un número de teléfono.
“En el panfleto, pusimos un número de teléfono que le decÃa a la gente que llamara para hacer cita,â€� dijo Thomas-Hockaday. “Eso era muy fácil para la gente y mucho mejor para nosotros. Y contábamos con una persona que estaba trabajando en el teléfono todo el dÃa.â€�
El personal vacunó a otras 600 personas. Y Thomas-Hockaday dijo que el instituto sigue recibiendo llamadas donde la gente pregunta cuándo habrá otro evento como este.
“Para cualquier persona que diga que en las comunidades negras o de personas de color no se quiere la vacuna, o que hay vacilación, tengo que poner un alto muy fuerte ahÃ, porque lo que estamos viendo no es que haya una falta de deseo,â€� dijo. “Es una falta de acceso y falta de información sobre cómo se puede obtener.â€�
Competitividad Cultural
Harvest Foundation y la clÃnica Allied Health Institute estaban abiertas para cualquiera, pero atrajo a muchas personas de color, dijo Lofton, probablemente porque las organizaciones fueron encabezadas por personas de color.
“Yo creo que hay una conectividad cultural o confort cuando puedes ir a un lugar donde las vacunas son manejadas por personas de color,� dijo, destacando la historia racista dentro de la industria del cuidado de salud. “A veces uno quiere ir a donde hay personas que entienden tu experiencia de vida y� comparten los mismo traumas históricos.�
La clÃnica atrajo a Nelson Linder, presidente del capÃtulo de Austin de NAACP. Él dijo que llamó a múltiples proveedores de vacunas para hacer una cita, pero nunca le regresaron la llamada. Asà que cuando escuchó de una oportunidad de ir a una clÃnica para ir a pie en Harvest Foundation, decidió ir ahÃ.
El evento lo hizo sentirse relajado, dijo, y los organizadores hacen que los que atienden sepan que todo va a estar bien.
Es sorprendente cuántas personas se conocen de forma amistosa. ¿Por qué no usar eso? Confiamos en las personas que conocemos.Nelson Linder, presidente del capÃtulo en Austin de NAACP
“El personal ahà fue muy agradable y culturalmente competente,� dijo. “Y eso hace una gran diferencia.�
Linder dijo que siente que más organizaciones comunitarias deberÃan de recibir los recursos para ampliar el acceso a la vacuna en East Austin.
“Es sorprendente cuántas personas se conocen de forma amistosa. ¿Por qué no usar eso?� dijo. “Confiamos en las personas que conocemos.�
Allied Health Institute fue aprobado para ser un proveedor de vacunas, dijo Thomas-Hockaday. Ella dijo que está viendo si se van a poner clÃnicas ambulantes cada semana â€� quizás una tarde por semana y otra el sábado. No requerir cita le da más flexibilidad a la gente, dice.
“Debes tener flexibilidad,â€� dijo. “Es el mismo principio que para votar. Votar temprano es para gente que trabaja durante el dÃa o que trabaja los fines de semana y no tiene la habilidad de hacerlo en ese único dÃa.â€�
Pero mientras que el instituto tiene la habilidad para pedir vacunas, necesita dinero para ser capaz de pagarle al personal que las administra, dice. Muchas distribuciones, como la de COTA, han tenido que depender de voluntarios.
“Estoy feliz de vernos siendo voluntarios,â€� dijo Thomas-Hockaday. “Pero estas personas están proporcionando un servicio a la comunidad. Ellos tienen una habilidad especializada y deberÃan ser compensados por eso. Puedes pedirle una vez a una persona que sea voluntaria. Probablemente puedes hacer que lo hagan dos veces. Pero cuando empiezas a pedirle a personas que hagan el trabajo en ese nivel que es necesario para que todos lleguemos al nivel de inmunidad colectiva de 85%, estás hablando de pedirles que sean voluntarios cada fin de semana o cada semana.â€�
Allied Health Institute está buscando estos fondos, dice, y trabaja con organizaciones privadas que le han pedido al instituto que inmunice a sus empleados.
“Me refiero a, honestamente, hacer lo que queremos hacer,� dice ella. “Nosotros realmente necesitamos hacer que los oficiales del condado y la ciudad se sienten y hablen con nosotros y finalicemos planes y empecemos a firmar cheques para que podamos hacer el buen trabajo que necesitamos hacer en la comunidad.�
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